Cuando alguien decía aquello de que "la edad no perdona", tenía razón... para determinadas cosas, claro. Y gracias a uno de esos olvidos que la longevidad acrecenta (simplemente, en el aparcamiento de la Desembocadura de Rambla Albujóndejé la mochila en el coche... y allí se quedó hasta que me dí cuenta de que algo me faltaba...por lo cual volví corriendo, con la suerte de que nadie había reparado en ella...). Como digo, gracias a un olvido me fui al Carmolí, junto a la instalación militar de Los Urrutias, donde pude disfrutar de dos descarados Chorlitejo chico y de un Zarapito trinador, en un principio algo asustadizo, pero que logró aguantarme a prudente distancia, y que se puso quico a base de cangrejillos. Sólo la inestimable presencia de una señora con su perro suelto pudo romper el hechizo del momento...
Saludos.
Antonio.
¡Menudas fotos de ambos!, pero las del zarapito tienen más mérito si cabe con lo asustadizo que suele ser.
ResponderEliminarUn saludete.
Buenas fotos y reflejos. Son dos aves que me encantan. saludos
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